La tradición exportadora de Málaga
Con un mercado nacional que está siendo reemplazado por el internacional, cada vez más empresas malagueñas están en la lista de exportaciones que parten desde todos los rincones de nuestra geografía hacia diferentes países, tanto dentro como fuera de la Unión Europea.
A pesar de que el año de la pandemia fue difícil para emprendedores y empresarios, provocando un retroceso en múltiples sectores de la economía; las cifras indican que cada vez más empresas comenzaron a ver en los envíos internacionales una apuesta segura para hacer crecer su volumen de ventas. Sus cifras en 2020 superaron los 200 millones de euros.
Dentro de los productos con mayor aceptación en el continente europeo, están los hortofrutícolas que, gracias a las condiciones geográficas y climatológicas de la región, junto con el interés de los productores orgullosamente malagueños, gozan de grandes ventajas relativas al precio y la logística.
Al contrario de lo esperado, las empresas dedicadas a la producción agraria se están abriendo paso en mercados altamente protegidos por unas normativas muy estrictas.
Sin duda, el consumo de alimentos nunca dejará de ser menos importante que el de otros bienes o servicios, por lo cual el impulso que Made in Málaga da a las exportaciones malagueñas influye positivamente en el reconocimiento que gozan los productores locales.
Los pedidos hechos desde países como Estados Unidos, a pesar de las medidas restrictivas, o el incremento de los volúmenes en toneladas y millones de euros a países como China, Suiza, Japón y los Emiratos Árabes Unidos, son prueba de este repunte.
Cifras de exportaciones
Las noticias para empresas y startups de base tecnológica que apuestan por el campo son alentadoras, pues las exportaciones fueron superiores en un 7% con respecto al periodo anterior, muy por encima de las andaluzas y españolas que registraron caídas del 15%.
Málaga presentó el año pasado una balanza comercial positiva gracias al aumento de las exportaciones y la disminución de las importaciones, liderada por productos como frutas tropicales cosechadas, producidas y comercializadas de manera local con éxito, además de frutas subtropicales, aceites (incluido el aceite de oliva virgen malagueño), y los productos cárnicos naturales y transformados.
El aceite de oliva se ubica en primer lugar en las facturaciones agroalimentarias, seguido de la carne de cerdo y el pescado fresco. Sólo estos productos suman más del 85% de las transacciones comerciales, superando los 100 millones de euros para la Provincia de Málaga y haciendo parte de los 1300 millones de euros del total de exportaciones de productos agroalimentarios de la región de Andalucía solamente en el primer semestre de 2020.
No obstante, la industria malagueña del vino también ha comenzado a tener una gran participación en los envíos totales de la región hacia el continente asiático, en parte facilitada por el acuerdo de libre comercio celebrado entre la UE y Japón. Además, impulsada por las acciones de promoción del consumo de vino por parte de asociaciones públicas de ese país, de igual manera que por la eliminación de las tasas aduaneras a este producto.
Nuevos mercados para exportar desde Málaga
Ya no solo países ubicados en el continente europeo y americano son objeto de las exportaciones malagueñas. También han entrado en la lista otros mercados para los productos agrícolas y cuya participación ha crecido más del 2,5%. Como hemos comentado anteriormente en el caso de Japón.
La clave del éxito comerciante de la Provincia está en su tradición agrícola y en las costumbres de su gente a la hora de cultivar. Por esta razón, sus productos están identificados por el sentido de pertenencia a Málaga que sienten los profesionales y artesanos en su oficio, siendo así parte del desarrollo empresarial.
Aparte de los nombrados, son muchos más los productos agrícolas que Málaga está orgullosa de mandar al mundo entero, que se caracterizan por sabores, colores, aromas y propiedades únicas.
No fue con publicidad, sino gracias a la promoción de la cultura por lo que los productos malagueños llegan hoy a millones de consumidores, que comparten en cada sorbo y bocado la identidad de nuestra provincia.
